Habrá quien critique que en el momento de devastación de las condiciones de vida al que estamos sometidos se dediquen esfuerzos intelectuales en refutar los sinsentidos que encierran los libros de un autor cuya incidencia fuera del ámbito radical es nula. Sin embargo, su influencia en el gueto político es innegable. No se puede eximir a los que le promueven y editan sus libros de su responsabilidad a la hora de hacer propia la obra de Rodrigo Mora, y debería llevarnos a una crítica profunda en cuanto a la capacidad de crítica y la tendencia a delegar la creación de un discurso crítico propio en popes a quienes se acude en busca de respuestas fáciles para afrontar el complejo sistema de opresión al que nos enfrentamos.

La revolución en la crítica de Félix Rodrigo Mora
Javier Rodríguez Hidalgo

Colección Casus Belli, 1

2011
5€
90 p.
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Aquellos que frecuenten los ambientes de la radicalidad política estarán probablemente familiarizados con el nombre de Félix Rodrigo Mora. Colaborador del extinto colectivo Los Amigos de Ludd, Félix Rodrigo adquirió notoriedad con la publicación del libro Naturaleza, ruralidad y civilización (Brulot, 2008), momento en el que comenzó a prodigarse con multitud de charlas y jornadas en todo el estado español. A ese libro han seguido La democracia y el triunfo del Estado (Manuscritos, 2008), Crisis y utopía en el siglo XXI (Maldecap, 2009), Borracheras no (Aldarull/Distri Maligna/Maldecap/Rompe la norma, 2010), O atraso do nacionalismo autonomista galego (Unión Libertaria, 2010), Seis estudios. Sobre política, historia, tecnología, universidad, ética y pedagogía (Brulot, 2010) y El giro estatolátrico (Maldecap, 2011), así como infinidad de textos más breves aparecidos en otros soportes.

Muchas personas han manifestado en conversaciones privadas, así como en debates tras charlas de Rodrigo Mora, su disconformidad con las tesis que defiende. Sin embargo hasta este momento no se había formulado ninguna crítica sistemática al conjunto de su obra. La publicación de La revolución en la crítica de Félix Rodrigo Mora subsana esa carencia. El autor, Javier Rodríguez Hidalgo, realiza una crítica minuciosa que divide en ocho epígrafes: Histórica, Ecológica, Filosófica, Política, Religiosa, Ética, Cultural, y Lógica, donde señala todas las incongruencias, errores, y manipulaciones en las que incurre Félix Rodrigo.

A los múltiples desacuerdos en el terreno teórico debe añadirse el hastío que generan ya no sólo las innumerables salidas de tono de Félix Rodrigo en charlas y debates sino sus tergiversaciones en diversas polémicas con otros miembros de Los amigos de Ludd (cf. las revistas Raíces nº1 diciembre 2010) y Cul de Sac nº1 diciembre 2010).

Todo ello ha motivado que el colectivo editorial responsable de los pasquines aparecidos durante los últimos tres años bajo el sello de El Salmón, así como de la neonata revista Cul de Sac, dé el salto a la publicación en formato libro con este Anti-Félix. Habrá quien critique que en el momento de devastación de las condiciones de vida al que estamos sometidos se dediquen esfuerzos intelectuales en refutar los sinsentidos que encierran los libros de un autor cuya incidencia fuera del ámbito radical es nula. Sin embargo, su influencia en el gueto político es innegable. No se puede eximir a los que le promueven y editan sus libros de su responsabilidad a la hora de hacer propia la obra de Rodrigo Mora, y debería llevarnos a una crítica profunda en cuanto a la capacidad de crítica y la tendencia a delegar la creación de un discurso crítico propio en popes a quienes se acude en busca de respuestas fáciles para afrontar el complejo sistema de opresión al que nos enfrentamos.

Véase como necesidad o como pataleo, la publicación de este texto nos deja a muchos bastante más tranquilos. En la nota biográfica de su página web, se puede leer: «Félix Rodrigo Mora está comprometido desde los 18 años en esfuerzos, metas y combates sociales, políticos, medioambientales, morales, epistemológicos, reflexivos y culturales. Ello le ha forzado a llevar una existencia dura y difícil, en ocasiones peligrosa y casi siempre en el borde de lo soportable». Como diría un amigo, «sí, sobre todo para los demás».

Javier Rodríguez Hidalgo

Nació en Portugalete, Vizcaya, en 1978. Colaboró con el boletín Los Amigos de Ludd, aparecido entre los años 2001 y 2006. Más tarde fue el editor de la revista Resquicios. Ha participado en la lucha contra el TAV (Tren de Alta Velocidad) en el País Vasco. Asimismo, ha traducido al castellano a Lewis Mumford, Alexandre M. Jacob, Jaime Semprun, René Riesel, Jean-Marc Mandosio, Pablo Sastre y Joseba Sarrionandia, entre otros. En Ed. El Salmón ha publicado La revolución en la crítica de Félix Rodrigo Mora y ¿Sólo un dios puede aún salvarnos? Heidegger y la técnica, amén de haber traducido los libros George Orwell ante sus calumniadores, Un futuro sin porvenir. Por qué no hay que salvar la investigación científica, Foucault: la longevidad de una impostura, El paraíso -que merece ser- recobrado, La Máquina se para y El traje nuevo del presidente Mao. Para Cul de Sac ha colaborado con los artículos Imaginarios apocalípticos, ¿Hay una transición en la cultura?, Ante el auge del neomarxismo e I, desgraciadamente, el dolor crece.